miércoles, 14 de abril de 2010

VIAJE A TIERRA SANTA (Día 3, Golán, Qalat Nimrod)

Día 3, Golán, Qalat Nimrod (Domingo, 28 de Marzo de 2010)

Comenzamos un poco más tarde que el día anterior ya que la hora de partida eran las 8:30h, el guía dijo que era porque el día anterior nos habíamos portado bien, yo creo que pretendía evitar otro retraso.
El mismo ritual del día anterior y en el desayuno una novedad, leche caliente, ya no era Shabbat y se podía calentar, fruta, huevos, salchichas y pan ácimo matzá.
Embarcamos en el autobús y nos dirigimos hacia el norte, pretendemos visitar las “alturas” del Golan y la tierra conquistada por Israel a Siria en la guerra de los 6 días. Durante todo el recorrido por esa zona nos acompañan unos carteles amarillos con un emblema en rojo colocados en la valla que discurre paralela a la carrera, se trata de una advertencia de la existencia de minas en el monte.

Ascendemos hasta un mirador desde el que se puede observar la demolida ciudad Siria de Kuneitra y también la franja de tierra de nadie gestionada por soldados de la ONU que separa ambos países.

En ese mirador se encuentran dos drusos, uno de ellos el más joven nos ofrece una bebida típica drusa que parece leche merengada llamada shajalab, hecha a base de leche, pistachos, canela, grosella, etc, el de mayor edad, vestido de negro con un pantalón con el tiro muy bajo, bigote, cabeza rapada y un turbante blanco, indumentaria propia de los religiosos drusos, nos vende frutos secos y dulces típicos drusos.
Reemprendemos la marcha atravesando varios cuarteles del ejército israelí hasta que ascendemos al parque arqueológico de Bental donde visitaremos un bunker sirio que fue conquistado y convertido en israelí y que ahora está siendo utilizado para explotación turística.



Entramos por los túneles, trincheras e incluso los puestos de artillería del bunker y aprovechamos para tomar un café ya que la temperatura a esa altitud era bastante baja.
Abandonamos el parque de Bental y comenzamos a descender hasta el parque natural de Banias, pronunciación árabe de Panias, santuario del dios Pan, y donde se encuentra la cascada del río Hermon que junto con el río Dan desembocarán en el río Jordán.

Hacemos un paseo por el parque hasta que llegamos a la base de la cascada, después de diferentes fotos regresamos al autobús para continuar nuestra marcha hasta el kibbutz hagoshrim donde comeríamos. Llegamos al kibbutz y cuando teníamos la comida a la vista, Eric soliviantado hace venir al responsable para preguntar por qué no comeremos en el salón que él había reservado, aparece una señora regordeta que le da las correspondientes explicaciones que no le convencen pero que tiene que aceptar, nos aposentamos en otro comedor próximo a las bandejas de comida del buffet, comenzamos a desfilar a por diferentes platos.
Concluimos con un café en la barra y rápidamente al autobús para partir hacia la fortaleza de Qalat Minrod. Ascendemos desde el valle hasta la cima de la montaña donde se ubica la fortaleza a unos 800 metros sobre el nivel del mar.


En la puerta de entrada que vigila el valle del jordán y con los altos del golán al frente, observamos la aguja, puerta pequeña para paso de personal a pie, la sabbala, pequeña fuentecilla ubicada en el exterior del castillo para aplacar la sed de aquel que encontrará la puerta cerrada y la estrecha ranura entre los arcos de la entrada donde se alojaba el rastrillo.
Accedemos al interior de la fortaleza, se trata de un edificio escasamente restaurado, tan solo se han retirado escombros y se han colocado barandillas haciendo relativamente segura la visita por libre. Paseamos por todos los rincones del castillo, visitamos los aljibes labrados en la piedra descendiendo por una escalera de piedra, el gran torreón que podría utilizarse como calabozo y como punto de vigilancia de la parte posterior, hacia el Monte Hermon, descendimos por dos estrechas y oscuras escaleras de caracol que nos llevaron hasta dos puntos de observación y defensivos en pisos diferentes dentro de los torreones. Observamos una monumental inscripción en árabe labrada en piedra. Entramos en la capilla, una sala de planta octogonal con una gran columna en el centro. Visitamos varias salas abovedadas con arco cruzado que nos hacían sentirnos verdaderos caballeros medievales defendiendo esa posición frente al infiel. Y para terminar recorrimos el pasadizo secreto, una gran escalera de caracol que llevaba a la parte exterior de la muralla y que debía servir como escapatoria en caso de asalto.

Terminada esta visita volvimos al autobús y regresamos a Tiberiades.

El autobús cambió el itinerario de entrada a la ciudad abandonando las calles habituales y adentrándose en el barrio judío ultraortodoxo, fachadas bastante descuidadas y camisas blancas y pantalones negros tendidos en muchas ventanas. En autobús se detiene en una nave industrial con el mismo aspecto desaliñado, tejado de fibrocemento bastante destartalado y desconchones en las fachadas, descendemos del autobús para visitar la joyería Caprice,

un centro importante de tallado y pulido de diamantes, nos recibe Herb, de aspecto alemán aunque hablando un perfecto español, nos explica el proceso de extracción del diamante y las diferentes formas de tallado y pasamos a ver un video explicativo de todo el proceso, concluido éste pasamos a la sala de exposición donde se muestran todas las piezas a la venta e incluso se puede observar a varios trabajadores engarzando un anillo o tallando alguna piedra.
Las señoras “degustaron” aquellas vistas, y una vez terminada la visita y como quiera que el hotel estaba relativamente cerca algunos miembros de la expedición decidimos ir a pie aprovechando para ver algunos escaparates o tomar algunas cervezas, el resto en autobús hasta el hotel. Cuando pasábamos cerca del Bar Big Ben, el camarero nos hace señales al grito de "Macabee" para que nos sentáramos en la terraza, accedemos a la Macabee pero preferimos en la barra dentro del bar, habían cambiado a la camarera, la "rusa" había dejado paso a una morena de aspecto más mediterráneo y mucho más simpática que nos sirvió las cervezas y rápidamente pinchó unas piezas en español, acabadas las cervezas frías decidimos volver al hotel para cenar.

Después de cenar, salimos a pasear por un mercadillo próximo al hotel, algunos volvieron a The Scots y otros regresamos al Big Ben a por otras Maccabee y a escuchar más música en español.

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