miércoles, 22 de febrero de 2012

BODAS DE ISABEL DE SEGURA 2012

De nuevo aquí va una crónica de lo que un servidor vivió durante las fiestas medievales de Teruel en las que se representa la Leyenda de los Amantes de Teruel y que son más conocidas como las Bodas de Isabel.
Obviamente esta crónica es personal y seguro que cada uno de nosotros podría escribir su visión particular de lo acontecido
en estos días, por eso ahí va la mía.
Como suele pasar en todas las celebraciones, los preparativos llevan muchísimo más que lo que se tarda en pasar la fiesta, y por tanto, nuestro caso no iba a ser diferente.
Comenzamos varios procesos de preparación simultáneos y totalmente independientes, aunque sí que hay que decir que muchos de los participantes estaban incluidos en varios de ellos.
Por un lado, llegó el tan deseado remolque que nos permitiría agilizar el montaje de nuestro campamento y sobretodo el desmontaje del mismo, además de ello se decidió de manera firme elaborar unos escudos adecuados para asistir a la batalla. Por otro lado debíamos resolver el problema de la intendencia y por último el no menos complicado tema de las representaciones teatrales.
El remolque había que adecuarlo a nuestras necesidades y de ello se encargaron los freires de Concud y de la Vega y tras muchas horas de trabajo en las que consiguieron transformar la caja de un camión de actimel en un remolque/almacén para la encomienda, para ello hubo que eliminar la estructura anterior y colocar los refuerzos necesarios adecuados a nuestras necesidades, tapar rejillas y abrir otras, colocar ruedas y lanza-timón, eliminar los adhesivos, lijar la superficie interior y exterior, limpiar a conciencia para permitir que la pintura se adhiriera, pintar por dentro y por fuera, colocarle los distintivos identificativos de nuestra encomienda, fabricar las estanterías y colocar la barra para los ropajes, con todo ello terminado fue trasladado hasta el lugar donde teníamos todos nuestros enseres

y tras varios intentos de colocación dentro del remolque, llegamos hasta la configuración adecuada tanto por su optimización de espacios como por la distribución de pesos, se dejó el contenedor cargado

y el jueves se trasladó hasta nuestra plaza para ser depositado en ella a la espera de ser descargado.
El tema de los escudos nos llevó mucho más tiempo aunque no por la laboriosidad de la tarea sino por la obligatoriedad de tiempos muertos, las labores de fabricación comenzaron allá por el mes de Abril siguiendo el protocolo indicado en la web de
el blindado personal. Lo primero era tener claro el modelo que cada uno de nosotros iba a seguir para fabricar su escudo por ello me dirigí a Rubén Sáez, doctor en historia medieval y gerente de Trebuchet Park, parque de máquinas de asedio, que no contento con explicarme los diferentes tipos de escudos adecuados a nuestra época medieval me dejo no menos de 10 escudos para que copiáramos el que más nos gustara. Los llevé todos ellos a casa del de la Civera y allí cada uno decidió cual se adecuaba más a sus gustos, características, habilidades o lo que fuera, el caso es que comenzamos a cortar chapas con la forma adecuada y a ponerlas a remojo en la charca. Ya no podíamos hacer nada más, así que tuvimos que dedicarnos a almorzar y quedar para la siguiente semana. Fuimos quedando casi todos los fines de semana que no correspondían a periodos vacacionales y el proceso era similar, una capa de cola y una de tela y a dejar secar y mientras a almorzar, al siguiente fin de semana capa de cola, tela y a almorzar, a todo esto llegó agosto y el viaje a
Portugal y los escudos sin terminar, viaje a Rubielos y los escudos sin terminar, septiembre y la celebración de la partida de Diego y los escudos sin terminar, llegó la fiesta medieval de Alcora y los escudos sin terminar. Había que retomar el tema con fuerza para conseguir portar los escudos en la batalla de las bodas y por ello se redoblaron los esfuerzos para cantear, pintar, colocar embraces y tiracoles y así los escudos llegaron a la fecha prevista y los pudimos estrenar en la batalla.
La intendencia, probablemente el tema más importante para subsistir en la fiesta, ya teníamos el Noccino en las barricas desde junio, teníamos la conserva en tinajas desde enero y los freires de Toroel y del Bearn ya habían contactado con los proveedores para resolver la intendencia del fin de semana medieval.

Por último teníamos que resolver las representaciones teatrales. Este año como novedad desde 1998 en que se celebró el primer capítulo de la encomienda se eliminaba este acto del programa y se cambiaría por otro acto en el que participarían todas las órdenes militares de la ciudad. Comenzamos con los contactos y la verdad es que en la primera intentona únicamente una encomienda santiaguista acudió a la llamada, planteamos la idea de representar un reparto de tierras de la provincia entre las diferentes órdenes, la idea gusto y comenzamos con los fundamentos históricos que dieran veracidad al guión, comenzamos con los ensayos y seguimos con los contactos con el resto de las órdenes militares, en el segundo llegaron los de San Salvador de Monreal pero no dejaron claro si participarían o si no, finalmente contamos con ellos, al tercer intento asistieron las dos encomiendas de la orden de Santiago y la de San Salvador, y por fin tuvimos el nombre de la representación “El testamento del Batallador. Una herencia envenenada”, el día anterior a la puesta en escena tuvimos confirmación de la asistencia de los
calatravos, así que habíamos cumplido el objetivo, reunir a más de cien personas en procesión de antorchas hasta la escalinata. Por otro lado teníamos que resolver el capítulo hospitalario por el que se nombraría caballero a Isidro Montalvo, era preciso mantener la identidad del capítulo con todos sus ingredientes pero darle un toque de sorpresa y emoción que grabará el momento para siempre en la mente de un personaje que está muy habituado a manejar micrófonos, bromas y gentes. Comenzamos con varias ideas y al final concluimos con una votación negativa tras las preguntas al candidato y una desestimación de su solicitud para después retomar la propuesta y hacerle volver al capítulo para ser investido finalmente como caballero. Todo ello requería un secreto total para que la sorpresa fuera real para todos y sobretodo en previsión de alguna lengua desatada que pudiera poner en guardia al candidato. Así que tuvimos que desarrollar dos capítulos paralelos, uno a ojos públicos que concluía con habitualmente hacíamos y otro modificado que conocíamos solo los que teníamos papel en esa segunda parte.
Todos los preparativos estaban listos para el jueves anterior a la fiesta, esa mañana se recogió el remolque y se llevó al lugar donde ubicaríamos nuestra haima esa misma tarde. La convocatoria era a las 16:30, comenzamos a sacar todos los bártulos del remolque y en un santiamén teníamos arriba la estructura de la haima y un momento más tarde las telas, las mesas, bancos y todo lo necesario para pasar un fin de semana de la manera más agradable y confortable posible. En torno a las 19:30 fui a cambiar mi indumentaria de siglo XXI por una más acorde al siglo XIII. Vestido con traje de caballero hospitalario de la orden de San Juan De Jerusalem, volvía a la haima donde el Freire Alonso de la Civera me aguardaba para asistir al programa de radio
Atrévete” de cadena dial que se emitía desde Teruel y en el que participa nuestro nuevo hermano Isidro Montalvo. Tomamos un bote de conserva y una frasca de Noccino y nos dirigimos hasta el lugar donde se emitía el programa. Cuando llegamos el Freire de Vanyón nos aguardaba en la puerta así que entramos con él hasta el backstage donde la cantante Chenoa ensayaba uno de los temas que interpretaría más tarde en el escenario, enseguida salió Isidro y nos abrazó emocionado. Cuando llegó el momento salimos al escenario y participamos en el programa, comentamos las características de la orden hospitalaria y dejamos unas pinceladas de la ceremonia del nombramiento de Isidro como nuevo hermano de la encomienda.

Hablamos de la conserva y del Noccino que les entregamos y que degustaron con mucho aprecio y cuando hubo terminado nuestra participación volvimos al backstage y después de hacernos unas fotos con Chenoa

y saludar a diferentes personas de cadena díal nos marchamos a un bar próximo a reponer fuerzas y sobretodo líquidos.
Llegaba el momento de acudir al restaurante en el que habíamos reservado para cenar y hasta allá que nos fuimos el de la Civera y un servidor, no sin antes departir agradablemente con el Intendente de la Policia Local, representante del flamante próximo Premio Defensor de Tirwal de Honor
,

otorgado por la Federación de Grupos y con el excelentísimo alcalde de la ciudad de Teruel. Por fin, llegamos al restaurante, unas cañas en la barra y a la mesa donde el menú de la cena fue el siguiente, ensalada de cogollos con salmón, secretos de iberíco con queso de cabra y mermelada de tomate, revuelto de setas, pimientos rellenos de perdiz y tajadicas unos helados con piña y melón y unos trocitos de tarta y para conluir cafés, orujos y algunos cubatas. Después de varias llamadas del de Vanyón para comunicarnos que nos esperaban en un local de moda de la ciudad, terminamos la cena y acudimos al local donde nos aguardaban Isidro y sus compañeros de cadena dial. Tras varias rondas de cubatas dimos por concluida la noche y el primer día de la fiesta medieval.
Comenzaba el viernes y como no podía ser de otra manera estábamos convocados sobre las 10:30 de la mañana para almorzar en la haima, huevos fritos y conserva era el menú. Empezamos a colocar los útiles para dar cuenta de estos manjares cuando una de las cajas de huevos se estampó contra el suelo y formamos una tortilla de una docena de huevos, esto nos obligó a tener que conformarnos con un huevo frito con conserva, algunos los más vivos se atizaron dos pero la mayoría, tuvimos que conformarnos con lo que nos dispuso el hermano de Toroel, que es quien gestiona la cocina.
Terminado el almuerzo unos se dirigieron a la comitiva nupcial y a acompañar al pregonero hasta la plaza de la marquesa mientras que un servidor se desplazó a cumplimentar sus obligaciones con los
medios radiofónicos. (minuto 3:40)
Terminada esta tarea, y cuando volvía hacia la haima me encontré con el de Vanyón y con el candidato a hospitalario Isidro Montalvo, los tres juntos nos llegamos hasta nuestra haima y como no había nada que echarse a la boca tuvimos que mendigar un currusco de pan con morcilla, güeña y chorizo en la haima de los armisén,

allí estábamos cuando un “incauto” periodista de Aragón TV se dirigió a Montalvo para entrevistarlo mientras almorzaba, (minuto 41:35) terminado el almuerzo me dirigí hacia la iglesia de San Pedro donde tendría lugar la entrega de premios Defensor de Tirwal que la Federación de Asociaciones organiza para recompensar a los grupos medievales que destacan en
alguna de las categorías establecidas

Después de terminar este acto nos acercamos hasta los locales del Casino Turolense donde tendría lugar el vino español con la Federación agasaja a los grupos y que da inicio oficial a la fiesta medieval de la recreación de la leyenda de los amantes. Varias cervezas y algún que otro pincho de tortilla fueron suficientes para que, tras un rato de tertulia con representantes de los grupos y del ayuntamiento, diera por concluido mi representación como presidente de la federación y me transformara definitivamente en el monje de la encomienda, salí del casino y me tropecé con los miembros del hospital de la Merced que me “obligaron” a pasar a su haima y
tomarme unas cervezas acompañadas de chorizo y ceniza de ciervo. Unos instantes allí y como ya no pensaba comer nada más, decidí acercarme a la haima para descansar unos instantes, no sin antes quitarme la indumentaria hospitalaria y cambiarla por un hábito templario mucho más fresco y apropiado para el tiempo soleado que nos acompañaba
.

Ya en la haima estuve departiendo a diestra y siniestra con amigos que se dejaron caer por allí casi siempre acompañado de algún bebedizo ajeno o noccino propio que hicieron el rato bastante ameno, hasta que acercándose la hora de comienzo del desfile me tuve que ir de nuevo a cambiar la indumentaria volviendo a portar ropajes más abrigos ya que el sol empezaba a caer y la temperatura a descender bruscamente. Siguiendo los horarios convenidos a las 19:30 estaba junto con el resto de la junta en la ronda colocando grupos para el comienzo del desfile, a las 20:00 arrancó la comitiva y fui acompañando a los grupos hasta la calle Nueva, donde junto a las Beguinas abandonamos al resto y nos dirigmos a nuestra haima para comenzar el capítulo hospitalario de nombramiento de Isidro Montalvo. A las 21:00 partíamos hacia el claustro de las monjas y después de más de media hora de secreto en el patio y gracias a la colaboración de los templarios de Rubielos y de Alcora y de los hospitalarios de Valladolid y de Alcora con el Caballero Marcos a la cabeza y participación estelar en el capítulo, salíamos con un hermano más en nuestra filas, Isidro Montalvo

salía convertido en el hospitalario Freire Montalvo de El Romeral.

A la vuelta a nuestra plaza se entregaron un par de pergaminos como reconocimiento a los testigos asistentes y se entregó una estrella de la encomienda a Jesús Puerto reconociéndolo Benefactor de la Encomienda.

A partir de ahí a cenar en la haima y a dar buena cuenta de la conserva elaborada algún tiempo atrás. Allí estábamos cuando un incidente hizo que una beguina cayera sobre el caldero del aceite de la conserva y que este líquido elemento se derramará sobre el suelo y sobre los propios ropajes, rápidamente se atajó el problema con más arena al suelo y con manchas en la ropa.
Sin tiempo que perder tuvimos que bajar hasta la escalinata para colocarnos los micros para la representación teatral que tendría lugar a medianoche, allá que nos desplazamos todos los intervinientes y ya de vuelta en la haima organizamos el desfile con el resto de las ordenes militares conformando un expedición de cerca de 100 antorchas y siete tambores.
Terminada la representación teatral titulada “El Testamento del Batallador; una herencia envenenada” nos despedimos de muchos de los amigos que nos acompañaron en el acto y nos desplazamos hasta nuestra haima donde un caldero de orujo bien quemado nos esperaba según había indicado el Cardenal Ugolino di Conti perfectamente representado por el Freire de Qalat-Ayub
.

Terminados unos cuantos vasitos de orujo era el momento de retirarse a descansar.

Amanecía el sábado y sobre las 10:00 teníamos previsto el almuerzo en la haima,

lo primero fue limpiar los restos de la noche anterior y colocar mesas y bancos para la degustación. Se acercaban las 12:00 del mediodía y pertrechados con lanzas, cascos, escudos, esos que habíamos tardado 10 meses en fabricar, espadas, cotas, gambesones, tambores y estandartes partimos hacía la batalla de la explanada de cofiero.

Allá que llegamos y después de ver como se vestía el freire santiaguista

y como las tropas del rey y del señor de Albarracín luchaban entre sí, conseguimos salir victoriosos del envite

y para celebrarlo nos desplazamos hasta un local próximo donde fuimos agasajados con unas cuantas cervezas obsequio de la federación de grupos a todos los participantes en la batalla.
Era el momento de regresar a la haima para comer así que emprendimos camino de regreso y allí nos encontramos con unos garbanzos con espinacas y una caldereta de cordero. Unos cafés, unos licores y mucha charla ocuparon los momentos posteriores hasta que hubimos de marchar hasta nuestros lugares preceptivos para esperar a la llegada de Diego, mi grupo y yo marchamos hasta la plaza del Seminario donde a las 20:05
llegaba Diego y desde allí fuimos avanzando con él a través de la plaza de la catedral hasta que se encontró con Isabel en su casa de la plaza del Torico, allí Isabel le niega el beso que Diego le pide. Vuelve Diego a la plaza, cumple con la leyenda y muere de amor. Es recogido por el hospital de la Merced y llevado a su haima, nosotros recogimos cuerdas y pivotes y marchamos a la nuestra para degustar una sopa y una ternera guisada, algo de tertulia y algunos licores en las haimas vecinas y a descansar de otro duro día de trabajo.

Llegábamos al domingo y a las 9:30 estábamos citados en la haima, lo primero era tender la cuerda de la plaza de la catedral y después a almorzar,

llegamos a la haima después del trabajo y allí teníamos un “regañao” de 70x100 cm que había elaborado el Freire de Villaspesa

y que sirvió para dar de almorzar a todos los hermanos de la encomienda y a muchos de los vecinos que a esa hora pululaban por la plaza, además de esto también pudimos degustar unos chorizos de ciervo, queso manchego y unas berenjenas rellenas aportadas por el freire de Puertollano y unas tajadicas a la brasa aportadas por los santiaguistas, una botella de orujo de miel del de Puertollano sirvió para terminar de templar los ánimos para cargar con Isabel y sobretodo con Diego.
Marcharon los templarios a sus labores en la
comitiva fúnebre como porteadores de Diego y los hospitalarios hicimos lo propio esperando a que el cortejo llegara hasta la plaza de la Catedral, después de las típicas protestas por la tardanza por parte del público allí concentrado.

Terminada la escena y muerta Isabel fue portada sobre nuestros hombros acompañada por Diego hasta la
plaza de la Marquesa donde después de recibir los correspondientes pétalos de rosa se adentraron en el museo dando por terminada la representación de la leyenda de los amantes de
Teruel.

Depositados los catafalcos en el suelo y tras unas fotos con los protagonistas

salimos a la plaza a encontrarnos con nuestras beguinas para juntos escuchar la canción AMANTES de Mª Carmen Torres, escuchar el romance del ciego de Jesús Cuesta y darnos ese beso que se nos pide a todos desde el balcón del museo. Tras ese beso toca recoger las cuerdas y pivotes y tras tomar unas cervezas desplazarnos hasta nuestra haima donde nos esperaban una patatas a la riojana y medio pollo asado que degustamos con poca gana probablemente por el opíparo almuerzo que todavía llenaba nuestros estómagos. Después de terminar de comer comenzaron las despedidas de nuestros amigos de Rubielos y de Valladolid que debían emprender camino de regreso y nosotros tras unos momentos de sobremesa comenzamos a desmontar y colocar todo adecuadamente en nuestro nuevo remolque. Tan rápido fue el desmontaje y almacenamiento que una vez guardado todo seguíamos como pollo sin cabeza pululando de un lado a otro como si algo faltara por hacer. Sin duda, ha sido una gran adquisición que nos ha dado una enorme comodidad.
Terminaba así una nueva edición de la fiesta medieval de la recreación de la Leyenda de los Amantes de Teruel conocida como las Bodas de Isabel de Segura de 2012.