viernes, 15 de octubre de 2010

Miembro de Honor 2011

Tocaba comenzar con los preparativos para el nombramiento del que será el Miembro de Honor de nuestra encomienda para el año 2011, así que reunida la Asamblea en día 3 de septiembre se acordó admitir la propuesta para nombramiento de honor de la Asociación Encomienda Templaria y Hospitalaria de Teruel a D. Ramón J. Márquez, más conocido como Ramoncín.

Para darle traslado de que la propuesta de su nombramiento había sido aprobada, se decidió emprender viaje a Madrid para cursar la invitación de manera oficial.

Y estos son los hechos que acontecieron ese día.

Con las primeras luces del 18 de septiembre y a bordo de dos carruajes hábilmente conducidos por Fr. Ximenus y Fr. Adolfo pusimos rumbo a Madrid, no sin antes de que Fr. Adolfo parase en Cella a recoger a Fr. Cenarro.

En ese momento acordamos vernos en el 103 para recobrar fuerzas y proseguir viaje. Por situarnos, diremos que el 103 es un restaurante ubicado entre los Km. 104 y 102 según se va, con capacidad para 1.500 comensales y que se ve desde siete kilómetros de distancia. Esto lo digo únicamente porque uno de los dos conductores no fue capaz de encontrarlo y malcomieron en un garito situado en el kilómetro 95.

Como dábamos por hecho que parábamos todos en el mismo sitio, Fr. Ximenus pidió “Torreznos” en abundancia para siete buenos comedores, además de los correspondientes huevos fritos de los que solo pidió para los que estábamos presentes por si se enfriaban.

Cuando estábamos dando cuenta de los huevos y haciendo sitio para una veintena de torreznos, nos llaman diciendo que se habían perdido, que fuéramos almorzando. ¡Sin comentarios!
Entre tres nos liquidamos todos los torreznos.

Una vez nos reunimos todos en el “95” nos enteramos que Fr. Vicente de Lidon no había podido venir, con lo que en realidad éramos seis los viajeros y cuando nos habíamos liquidado unos carajillos y tomado el pelo a los perdidos, se le ocurrió a Fr. Cenarro ir a mirar en el expositor de CD´s y cual es la sorpresa que debajo de la capa de polvo había un ejemplar de Ramoncín y rápidamente, con la agilidad mental que le caracteriza se hace con él.
Acto seguido aparece el dueño de la pieza y le dice que ha tenido suerte, que está de oferta, tiene 2 x 1 y que debe elegir entre una extensa gama de grandes artistas entre los que se encontraban Antoñita Peñuela, Miguel Gallardo, Braulio o Juanito Valderrama entre otros. Después de mucho pensar y debatir al final se decidió por los Chunguitos, con lo que nos dispusimos a abandonar el estableciendo y seguir camino cuando de repente, ya en la calle, sale corriendo el dueño y nos dice gritando “Eh, que si no funcionan los discos no se admiten cambios”, ¡esperanzador!.

Aunque parezca mentira, llegamos a Madrid, no sin antes ir cada uno por una calle como mandan las normas y de un tirón al Bernabeu, donde aparcamos como pudimos. Freyre Adolfo aparcó en Residentes, zona verde, ya que es de la opinión que cuando se va a pasar todo el día ya eres residente y que la zona azul es solo para horas sueltas.

Haciendo gala de nuestra educación y como buenos visitantes, les llevamos unos presentes basados en Melocotones de Calanda, pate de olivas negras, unas pasticas y alguna tinaja de vino de nueces.

Una vez descargados los presentes nos fuimos a ver la capital, aquí capitaneados por Fr. Adolfo que resultó ser un gran conocedor de aquellas tierras.


Fuimos al antiguo “Cachirulo” y también a ver a un amigo de Calamocha que ha hecho carrera en la Capital y regenta con éxito varias tabernas.
Después de esto fuimos a buscar al resto, primero encontramos a Fr. Sancho López de Lienda y minutos más tarde a Fr. Martínez de Dirdam y Sonia que vinieron a lomos de una magnífica scooter.

Una ver reunidos todos, nos encaminamos al restaurante “Pasta Nostra” en la calle Padre Damián, allí nos esperaba ya Manolo, con puntualidad espartana, y momentos después apareció Ramoncín.

Como era yo el que había estado en contacto con él salí a recibirlo y después de presentarme a su esposa Amalia, a su hijo Joel y a la novia de éste, que ya se iban, entramos al restaurante, momento en el que también llegaban Eric y Antonio con Silvia y Sofía. Una vez dentro, fuimos presentando a todos y se hicieron entrega de los malacatones junto con un par de ejemplares de “Memorias de un viejo caballero” que uno por uno dedicamos a los dos propietarios del restaurante.

Después de varias cervezas Peroni tomamos asiento en una magnífica terraza cubierta que habían reservado únicamente para nosotros y a la que hubo que buscar la temperatura ideal ya que a Ramoncín el aire excesivamente frío le atacaba la garganta por lo que se decidió por eliminar el acondicionado y dejar unos ventiladores de techo que mantenían bastante bien la temperatura.

Todo controlado, comienzan su aparición los primeros platos, magníficas ensaladas, queso de búfala, mozzarella, sobre base de tomates y demás viandas con tremendo sabor italiano. El segundo plato fue a la carta y aquí solo puedo hablar por mí, me comí la mejor lasaña a la leña que recuerdo. Ramoncín y Sra. que los tenía al lado se metieron entre pecho y espalda una Pizza de lo menos 40 cm. de diámetro, todo muy bien regado con buenos vinos y Peroni en su punto de frio.

Con las atenciones que nos dispensaba Carlos estábamos como en casa, parecía que estábamos cenando en un bar de Teruel ya que sólo nos faltó cantar, porque brindar, brindamos

Después de unas bandejas con postres de degustación con flanes, tartas de varias clases y una especie de profiteroles con chocolate caliente fue cuando Ramoncín nos obsequió con unos ejemplares de su último trabajo “The Cover Band”, un estupendo homenaje a los años 60.

Cafés, copas y Noccino, mucho Noccino. Amalia hizo un gran aprecio de nuestro vino, para gran satisfacción mía.
¡¡ Oh liquido infernal!!

Al final de la comida se hizo la comunicación oficial al nuevo aspirante, advirtiendo que la admisión tendrá que ser decidida por los freires de la Encomienda en Capítulo a celebrar en la villa de Teruel el viernes 18 de febrero de 2011 (o lo que es lo mismo, durante la celebración de las Bodas de Isabel de Segura en el año del Señor de Mil Doscientos y Diecisiete).

Terminadas las primeras copas, pasamos al vaso grande y entramos con más detalle en “Las Bodas”. Tanto Ramón como Amalia estuvieron totalmente receptivos y mostraron un gran interés por todo lo inherente a esta fiesta, vestimentas, actividades, costumbres, qué hacer, qué no hacer, etc.etc. acordando que estaremos en contacto para ir matizando los aspectos fundamentalmente relativos a vestimentas, tanto de él como de ella, que mostraba interés por vestirse de pobre.

Nos levantamos de comer a las 19,30, al salir nos cruzábamos con la gente a cenar. ¡¡Siempre igual!!

Cuando ya estábamos en la calle y empezaban las despedidas, alguien (yo) le dijo a Ramón “vamos al bar de al lado” a lo que este contestó “Si Sire” y allí que nos fuimos todos, a la calle López Pozas a echar un pelotazo.


Aquí Ramón estuvo atendido por Domingo y Carlos que terminaron de bordar un día magnifico informando exhaustivamente al aspirante de cúal es el espíritu de la Encomienda, en qué consiste ser nombrado miembro de honor, posibilidad de entrar como miembro de hecho al año siguiente, condiciones, obligaciones, derechos, vestimenta que se le proporciona el primer año, consejos sobre vestimenta que debe procurarse él mismo, etc. etc . etc. Ramón quedó encantado con la aventura en la que le hemos embarcado y tan entusiasmado que se le hacía larga la espera, ¡es que aún quedan cinco meses!, comentó, ya quería comenzar a buscar vestimenta, cotas, armas…..,tranquilo, le dijó Fr. Sancho, ten un poco de paciencia que es poco tiempo y ahora nos toca a nosotros ponernos las pilas y empezar a preparar la nueva edición de las Bodas.