miércoles, 29 de junio de 2011

NOCCINO Y “LOS VIGILANTES DE LOS DÍAS”

Los Mayas regían su vida por tres calendarios, el sagrado llamado TZOLKIN, números del uno al trece que se combinaban con veinte nombres que se asignaban a los días, lo que completa un calendario de 260 días. El calendario civil o HAAB, 365 días divididos en dieciocho meses llamados Winal, con veinte días cada uno y uno de cinco llamado Wayeb. Y por último el que denominaron “LA CUENTA LARGA” que era utilizado para denominar y contar periodos partiendo de una unidad básica, nuestro día solar, que ellos llamaban kin. Cuando tenían veinte kin, lo llamaban unial; dieciocho unial, forman un tun, siete mil doscientos días forman el katun, y ciento cuarenta y cuatro mil días forman el baktun. Todo este galimatías de calendarios, era observado e interpretado por unos sacerdotes llamados “Los Vigilantes de los días”.



Nuestra encomienda, de forma parecida a como hacían los mayas, se organiza según tres calendarios, nuestro Tzolkin, que regula los eventos culturales en los que participan los hermanos de la encomienda, el Haab por el que se organizan nuestros eventos lúdico-festivos y por último el que se denominaría “la cuenta larga” por el que se regula la vida general de la encomienda.
Es cierto, que no tenemos unos nombres con que denominar a los calendarios y que tampoco existe la figura de “los Vigilantes de los Días” para observar estos calendarios, pero bueno parece ser que la cosa no se nos va dando demasiado mal, y buena prueba de ello ha sido la conjunción de los tres calendarios que hemos sufrido durante este fin de semana y que paso a relatar a continuación.
Para cumplir con lo indicado en nuestro Tzolkin, organizamos la presentación de la novela de nuestro hermano Freire Martínez de Dirdam, conocido en los medios periodísticos y radiofónicos como Alberto Granados autor del libro “LOS VIGILANTES DE LOS DÍAS”,




para ello se desplazó acompañado de su Beguina desde su residencia en Madrid hasta Teruel, a donde llegaron entorno al mediodía del jueves, y donde fueron recibidos por nuestros hermanos, los freires de Vanyón y de la Civera, visitaron diferentes establecimientos de la localidad donde pudieron comprobar ampliamente la calidad de su cerveza y escasamente la de sus alimentos, parece ser que el pequeño incidente con el dueño de uno de los establecimientos no tiene nada que ver con la cantidad de cerveza ingerida sino con la total desatención por parte del camarero.


El resto de la tarde discurrió visitando Dinópolis y ya cayendo la noche saludos a conocidos y alguna que otra caña con más hermanos que iban cogiendo el relevo en las funciones de anfitrión.


Después de cenar, y rondando las 2 de la madrugada los de Dirdam llegaban a su hotel y tras unos ruidos extraños más apropiados para nuestro hermano Iker Jiménez que para ellos, solicitaron el cambio de habitación, se asegura que esto tampoco tiene nada que ver con la cantidad de cerveza ingerida y que únicamente era por las características innatas de esa suite y los pequeños “habitantes” que la circundaban. El resto de la noche de San Juan pasó sin nada más que destacar, o por lo menos, nada más llegó a conocimiento de este cronista.





Viernes 24 de junio de 2011







Cuenta larga: 12 Baktun 19 Katun 18 Tun 8 Winal 12 Kin
Tzolkin: 2 Ben
Haab: 0 Sek





Este día siguiente amaneció despejado, era el día de San Juan y Freire Alonso de la Civera y la Beguina Alda de Beselga ya se habían encargado de que las nueces estuvieran en cantidad y calidad preparadas para elaborar el Noccino 2011 según indicaba nuestro calendario Haab.


Siguiendo con los mandatos del Tzolkin, el de Dirdam, o sea, Alberto Granados acudió a la Librería Escolar donde atendió a sus lectores y firmó algunos ejemplares, a mediodía marchó a la cercana localidad de Cella




donde junto con el Maestre de la Encomienda Fr. Sancho López de Lienda, Fr. Alonso de la Civera, Fr. Vicente de Lidón y Fr. Cenarro de la Celfa compartieron mesa con los responsables del Ayuntamiento de la localidad, para después proceder a la presentación del libro “Los Vigilantes de los Días” en la Casa de la Cultura, donde actuó de maestro de ceremonias Freire Alonso de la Civera, y por los rumores que todavía circulan por la localidad, cumplió a la perfección. Durante la presentación la Librería Cervantes puso a disposición de los asistentes los libros del autor que fueron firmados y rubricados a la conclusión del acto.


De vuelta para Teruel, cada uno de los hermanos se dedicó a ultimar sus asuntos personales mientras que el autor volvía a la Librería Escolar para firmar algunos ejemplares más de su novela.


Empezábamos a tener problemas con los calendarios por no disponer de vigilantes de los días, el Tzolkin llegaba a su momento cumbre con la presentación del libro en Teruel, que parecía estar organizado, el Haab, por el que debíamos reunirmos para la elaboración de Noccino también estaba organizado, ahora teníamos que resolver los mandatos de “la cuenta larga” y para ello teníamos que atender a los hermanos y amigos venidos de fuera, llegó nuestro hermano Freire Márquez de Sotillos, más conocido en el mundo de la música como Ramoncín y de él y su mujer se encargaron los de la Civera, llegó también nuestro amigo Isidro Montalvo que fue atendido por nuestro maestre y su mujer por la beguina del de Dirdam, empezaban a converger todos los calendarios y nosotros sin vigilantes de los días.


Comenzó la presentación de la novela “Los Vigilantes de los Días” en el salón de actos del museo provincial de Teruel, el acto comenzó con la intervención del Maestre de la Encomienda Fr. Sancho López de Lienda, que tras una breve intervención dio paso a Isidro Montalvo, que sentado a la derecha de Alberto Granados halagó la novela y al autor y que profetizó que la novela se llevará al cine, ¿será esto cosa del Tzolkin o de “la cuenta larga”?, corto periodo de tiempo estuvo hablando Isidro para tratarse de una figura de la radio con un don de palabra incuestionable, pero el caso es que rápidamente dio pasó a Ramoncín, sentado a la izquierda del autor, su intervención fue bastante más larga que la de Isidro, destacó la habilidad de Alberto para conjuntar el misterio, la aventura y la actualidad y auguró el nacimiento de una saga, ¿será esto cosa del Tzolkin o de “la cuenta larga”?. Por último, intervino el autor que nos habló de la parte autobiográfica de la novela y nos puso un video de su estancia en México y en algunos de los escenarios donde discurre la novela, la plaza del Zócalo, el mercado de Sonora, el barrio de Tepito o la Iglesia de la Santa Muerte. Terminó el acto, que fue continuamente aderezado por jocosas intervenciones de Isidro Montalvo, con la solicitud de preguntas al autor y la posterior firma de ejemplares de la novela que había puesto a la venta la Librería Cervantes en las afueras del salón.


Acabábamos de cumplir con los mandatos de nuestro calendario Tzolkin, era momento de continuar con el calendario de “la cuenta larga” y seguir con la tertulia y chascarrillos propios de hermanos y amigos y para ello que mejor que acodarnos en una barra próxima y dar buena cuenta de algunas cervezas, incluso alguno desoyendo los consejos de la dieta dukan se metió entre pecho y espalda dos albóndigas del tamaño de sendas pelotas de tenis. Teníamos reservada mesa en la terraza del Tapas y Copas en el paseo del Óvalo, así que hacia allá que fuimos después de aportar el correspondiente billete al “fondo de pensiones” del freire de Vanyón.


Llegados a la terraza, tuvimos que solicitar al “mesero” que nos ampliara la mesa que casi cruzaba de lado a lado del paseo, pedimos varias jarras de cerveza y algunas botellas de gaseosa y vino blanco para amenizar la espera y por fin empezaron a salir unos platos variados de queso, morro, un plato de codillo que dio la vuelta a la mesa y del que únicamente se podía tomar una porción, huevos rotos con jamón, verduras asadas (tomate, peino, cebolla, champiñones, berenjena, pimientos verdes y rojos), y unos entrecotte con patatas y verduras plancha, que a fuerza de ser sincero debo decir que esta carne no estaría incluida en la lista de mis mejores mil filetes, pero todo se compensa por la atención y sobre todo por la compañía y el buen ambiente, para terminar algunos mousses de chocolate, para las más golosas, y cafés, chupitos de crema de orujo, orujo blanco y de hierbas para todos.


Alguien pensó en abandonar esta terraza pero se decidió que no íbamos a encontrar otro lugar más agradable así que decidimos pasar a los cubatas. Este momento fue la explosión de las risas y el buen humor, llevaba la batuta Isidro Montalvo que nos contó infinidad de chistes a cuál mejor, para evitar el monólogo los hermanos de Dirdam y el de Sotillos se animaron con bastantes aportaciones al momento chiste y también hacía apariciones esporádicas el humorista local el freire de Vanyón.


Por fin la noche terminó con fuertes dolores musculares producto del sinfín de risas.


Quedamos convocados al día siguiente a las 10 de la mañana para seguir con el calendario Haab, es decir, elaborar el Noccino






Sábado día 25 de junio de 2011





Cuenta larga: 12 Baktun 19 Katun 18 Tun 8 Winal 13 Kin
Tzolkin: 3 Ben
Haab: 1 Sek









En todos los eventos que “la cuenta larga” tiene previstos para la encomienda y que se inician a la hora del almuerzo, es habitual ver llegar a nuestro hermano Fr. Timoteo de Gúdar con unas cuantas botellas de vino bajo el brazo que acompañarán a los huevos fritos. En esta ocasión se repitió la escena pero con una pequeña variación, lo que venía siendo un Cune, crianza de La Rioja dio paso a un Caño joven de Toro. No sé si fue por cambiar de Haro a Zamora, si fue por el exceso de tempranillo o escasez de garnacha, si fue porque despierta en nariz aromas a confitados de frutas maduras de bayas rojas y frutas del bosque y en boca es muy frutoso, carnoso, vivaz y pleno de matices frutales con un postgusto largo y equilibrado, o simplemente porque hacía muchísimo calor, pero el caso es que tuvo más éxito la cerveza fresquita que el vino del tiempo.



En cuanto hizo su aparición Fr. Vicente de Lidón con un gran carruaje repleto de sillas y mesas, las descargamos y las colocamos en la zona que parecía que menos sol iba a dar a lo largo del almuerzo, lo cierto es que tuvimos que mover las mesas hasta cuatro veces para conseguir no padecer los rigores del astro rey mientras se degustaban los huevos fritos traídos de propio desde Bañón por el hermano Adolfo en uno de sus últimos viajes a la localidad, acompañados de panceta frita que nuestro cocinero Fr. Izquierdo de Teruel preparó como en él viene siendo habitual, de aspecto fantástico y de sabor excelente pero con las protestas propias de quien cocina en soledad mientras el resto devoran a dos carrillos, como también es costumbre no pasó de unos resoplidos y unos cuantos juramentos al aire. En cuanto llegaron los cafés, con su brandy y los orujos, la cosa se calmó y las aguas volvieron a su cauce.


Era el momento de seguir con las pautas del calendario Haab, aquel que nos reunía para elaborar nuestro, ya archiconocido, vino de nueces, el que debía corresponder a la cosecha de 2011, el ¡Noccino 2011!. Como todo proceso que se precie, exige una estricta organización y su correspondiente asignación de tareas, se decidió que el hermano de Vanyón acompañara a Isidro Montalvo y a Linda, su mujer, a visitar Albarracín; algunas de las beguinas allí convocadas acompañaron a Amalia, la mujer de nuestro hermano de Sotillos a visitar las tiendas de la localidad y el resto de los miembros de la encomienda nos dispusimos a las tareas de elaboración del vino, unos seleccionaban las nueces según criterios propios y secretos que no deben ser hechos públicos en esta crónica,



otros las manipulaban adecuadamente para que adquieran el aspecto indicado por el hermano “alquimista”,



otros preparaban el resto de los ingredientes que se precisan para este caldo. Ya teníamos todo dispuesto cuando nos percatamos de que el único cometido del hermano de la Vega, que era traer los recipientes donde debería macerar nuestro caldo, había quedado sin cumplir. Rápidamente, y con la presteza que le caracteriza tomó su cabalgadura y se dirigió hasta su morada donde tenía guardados los mencionados recipientes, como quiera que recorrer los cuatro kilómetros de ida y otros tantos de vuelta le llevó a nuestro hermano “solo” dos horas y media, cuando llegaron las vasijas ya habíamos comenzado a improvisar recipientes que hicieran las veces de los auténticos. Mientras tanto, Freire Alonso de la Civera comenzó a dar los últimos pasos en el vino de la cosecha anterior que no estaba terminado, proceso este que también queda oculto para preservar la integridad de la receta que ha pasado de freire a freire durante años.
Terminadas las primeras tareas de la elaboración, procedimos a disponer de nuevo las mesas en un lugar donde la sombra se previera duradera, formamos una mesa en forma de U y en ella nos ubicamos para dar buena cuenta de los aperitivos, patatas fritas, banderillas, aceitunas y gambas y navajas a la plancha cocinadas por el hermano de la Celfa y el del Bearn acompañadas de multitud de cervezas. Pasado el tiempo prudencial para que la comida estuviera lista, nos sirvieron un generoso plato de exquisita fideua con sus mejillones y su emperador, no sabemos si estaba exquísita tor la calidad de los ingredientes y el cariño de los cocineros o porque eran casi las cuatro y media cuando empezábamos a comer,


de postre nos sirvieron sandía y cerezas y para concluir tarta de nata y flan casero de café elaborado por la beguina del de Perales, Leonor Beasant .


Tras esta copiosa comida, algunos optaron por reposarla entre dos sillas, otros, con mejor criterio, se tumbaron en las hamacas e incluso algunos optaron por aprovechar el refrescor del césped para visitar unos momentos a Morfeo, concretamente hasta que uno de los aspersores se puso “accidentalmente” en marcha y los obligó a despertar bruscamente.


Algunos, los menos, decidieron practicar algo de deporte y disputaron una rabiosa partida de guiñote mientras que otros locos rompían a sudar amarrados a los mandos del futbolín, mientras el freire de Turrimatmurah y el de Sotillos acompañados del beguinato se marcharon a visitar Albarracín, no sin antes rematar las compras inconclusas de la mañana.


Los cubatas iban y venían sin descanso, las cervezas iban y venían sin descanso y entre medio dimos buena cuenta de unas bandejitas de hojaldres y coquitos que fueron traídos por “la máquina de discutir”


Entre cubatas y charradas llegó la hora de cenar, montamos una mesa, sin importarnos la ubicación porque el sol ya había desaparecido y el hermano cocinero se dispuso a calentar unas tinajas de conserva y así a la brava, sin ensalada ni nada, emprendimos la conserva con pan. Los amigos de Madrid, Linda e Isidro, que desconocían estos manjares, los alababan sin parar y con cada loa caía un trocito, terminamos la cena con un café y algunos lo remataron con combinados de ron o ginebra con refresco.


Con esto dimos por concluida esta ajetreada jornada que nos sirvió para cumplir con nuestro calendario Tzolkin, el Haab y la “cuenta larga”, presentamos la novela de nuestro hermano Alberto, elaboramos el noccino y pasamos un día fantástico en compañía de hermanos y amigos.


Confiemos que la novela “Los Vigilantes de los Días” sea un éxito, que el Noccino 2011 no defraude las expectativas y que nuestros vigilantes de los días nos sigan organizando jornadas tan interesantes como estas.