miércoles, 9 de marzo de 2011

"El Ángel Perdido", Javier Sierra

Arrancaba el mes de febrero de 2011 y nuestro hermano de la Encomienda Templaria y Hospitalaria de Teruel, Javier Sierra,

lanza al público su nueva novela “El Ángel Perdido”,


comienza su gira de promoción que le llevara a más de 35 ciudades. Esta circunstancia le impide acompañarnos en la última edición de la fiesta medieval de Teruel, Las Bodas de Isabel. A cambio de no poder contar con su visita en febrero nos comunica la intención de presentar su novela en marzo en nuestra ciudad, los miembros de la encomienda recibimos la correspondiente invitación para asistir a la Iglesia de San Pedro de Teruel donde se realizaría la presentación el día 7 de marzo de 2011.

Llegó el día y sobre las 10:30 de la mañana coincido con Javier y con Eva, uno de sus ángeles de la guarda, según él mismo reconoce en la dedicatoria de la novela, me alegra saludarlos y sobretodo me satisface que Eva me diga que no suele acompañar a Javier y que era la única salida que había hecho para poder visitar a “su familia” de Teruel. Estábamos en la Plaza del Torico y enseguida llegan hasta nosotros una pareja muy trajeada, más tarde me enteraría que eran D. Francisco Barrera, Director Comercial de la Editorial Planeta y Carmen Deza, Responsable de Prensa de Javier Sierra, allí los dejo porque los cuatro debían asistir al ayuntamiento para una rueda de prensa ante los medios de la ciudad.
Eran casi las siete y media cuando, en compañía de algún otro hermano de la Encomienda, entrábamos en la Iglesia de San Pedro, una angustiosa sorpresa me golpeó en la cara cuando vi la iglesia abarrotada con todos los bancos llenos y gente de pie en los pasillos.

Nos acercamos al resto de la Encomienda que junto con Eva aguardaban cerca de la reja del coro. Rápidamente llegó hasta nosotros la responsable de protocolo del Ayuntamiento de Teruel que nos invitó a ocupar uno de los bancos delanteros reservados para los invitados del autor. Nos instalamos en el tercer banco de la izquierda detrás de las numerosas autoridades que asistían al acto.
Comenzó el acto con la participación de la presentadora que da paso al grupo “Les Morenillas” que interpreta una hermosa canción con aires medievales, tras ello la presentadora da paso al D. Manuel Blasco, Alcalde de Teruel, que vestido con un traje gris y jersey de cuello alto negro, agradece a la Editorial Planeta el esfuerzo de traer a Javier Sierra a Teruel y al autor la demostración continuada que hace en todos los medios de su pertenencia a esta ciudad y del orgullo que representa para él haber nacido en Teruel.
Tras el Alcalde la presentadora da la palabra a D. Francisco Barrera, con traje y corbata conjuntados en gris, que corrige al alcalde indicando que no ha sido ningún esfuerzo para Planeta sino que ha sido un placer y que tras ver la repercusión y comprobar cómo está la iglesia sigue pensando que no ha sido nigún esfuerzo.
La presentadora hace una breve explicación de la biografía de Javier y rápidamente le da la palabra al autor, vestido de manera informal con vaqueros, camisa blanca y americana clara de cuadros, que comienza su intervención agradeciendo al ayuntamiento y a las autoridades su interés en el acto, así como a todos por su asistencia. Continua con la explicación del entorno de la creación de la novela. Nos contó el nacimiento de la idea en el Museo Británico cuando vio una vitrina con unas piedras oraculares utilizadas por un tal John Dee, nos contó cuando asistió a un juicio a Dan Brown, su viaje a Santiago o a Noia, donde visitó la Iglesia de Santa María a Nova, iglesia de las lápidas y de donde saco las primeras ideas sobre Noe y su arca, las anécdotas del astronauta Jim Irwin y sus continuas expediciones al Monte Ararat en busca del arca de Noe. Nos comentó las fotografías del monte Ararat deshelado en la que se aprecia la conocida como “Anomalía del Ararat”, las continuas expediciones a lo largo de los años setenta y ochenta en busca del arca. Y de cómo decidió visitar este monte que debía ser un escenario importante de su novela, tras los problemas con los permisos emprendió la aventura que la climatología no permitió llegar hasta la cota donde se supone que debe encontrarse esa “anomalía”.
Nos contó la simbología que se encuentra en la novela y la conocida lengua enoquiana, que intentó aprender y que tuvo que desistir por su complejidad.
Terminada su intervención con numerosas interferencias radiofónicas en los inalámbricos, que más parecían efectos especiales relacionados con el contenido de la novela que un problema con la megafonía, se dio paso a otra melodía del grupo “Les Morenillas” y tras ello el turno de preguntas.
Tres fueron las cuestiones planteadas al autor, una relacionada con los beneficios e inconvenientes de ser escritor siendo de Teruel, “inconvenientes ninguno, beneficios muchos” respondió el autor, otra sobre la leyenda del diluvio universal, aquí Javier se explayó en leyendas parecidas encontradas en multitud de culturas de la antigüedad, y para terminar un niña le pidió que les hiciera una recomendación a los más pequeños para aficionarlos a la lectura, fue sin duda el momento más emocionante, Javier recordó su infancia en Teruel, su momentos de lectura junto al radiador, su carnet número 8 de la biblioteca juvenil, sus primeros escritos y el sueño que tenía de verlos en los expositores giratorios de la desaparecida librería Oliver. Su recomendación fue, “aprovecha el frio de Teruel para leer y que no te importe que nadie diga: ahí va el rarito que lee”. Un atronador aplauso puso final a la intervención y dio paso a la firma de ejemplares por parte del autor. Eran las nueve de la noche y rápidamente se formó una impresionante fila en el pasillo central de la iglesia.
Nosotros dudamos qué hacer y preguntamos a Eva cual era su plan, decidimos que no íbamos a esperar a que Javier nos firmara el libro y que esperaríamos a mejor momento. Nos mandó Eva a tomar una cerveza mientras ella hablaba con Javier y organizaba el resto de la noche.
Hicimos caso y nos trasladamos a un bar próximo y mientras comentábamos el contenido de la presentación esperamos a que Eva viniera con el plan. Allí llegó y nos dijo que cenarían con nosotros en cuanto terminara Javier con la firma.
Dos horas más tarde y como quiera que un lunes a las once de la noche no es muy probable encontrar sitio donde nos dieran de cenar, mandamos una avanzadilla hasta el restaurante mientras otros nos dirigíamos hasta la Iglesia para recoger a Javier pensando que ya habría concluido con la firma. Entramos en el templo y las últimas personas de la fila recogían su autógrafo, aprovechamos para que estampara su firma y su dedicatoria en nuestros ejemplares

y charlamos un momento con el directivo de Planeta que nos mostró su satisfacción por el acto y nos comentó que habría firmado unos 250 ejemplares de “El Ángel Perdido” y que eso era un éxito total porque prácticamente duplicaba la media de ejemplares firmados en otras ciudades. Con la satisfacción de que algo que tiene alguna relación con nosotros ha sido un éxito, nos fuimos a cenar.
Ese fue el momento íntimo de la encomienda y resultó muy interesante, todas las anécdotas y aventuras desde la última visita de Eva y Javier.
Terminada la cena nos despedimos con la promesa más que probable de la presencia de la familia Sierra al completo en las próximas Bodas de Isabel en febrero de 2012.