viernes, 26 de junio de 2009

Noccino 2009

El lema que acompaña a nuestras cántaras de Noccino reza lo siguiente:

"Cuenta una vieja leyenda
que en Teruel y por San Juan,
los Hospitalarios y los Templarios,
unidos como hermanos
recolectan las nueces
que servirán a las Beguinas
para elaborar un caldo
que les ayudará a soportar
los fríos inviernos
y les dará vigor en la batalla."

Haciendo honor a él, siendo la noche de San Juan y estando en Teruel, los miembros de la encomienda templaria y hospitalaria, y alguna beguina, recolectaron los frutos que deberán ser tratados para elaborar nuestro Noccino.

El sol ya se había ocultado aunque la oscuridad no era total, varias horas recorriendo los caminos en busca de las nogueras para recolectar las nueces de la calidad precisa para la cantidad de noccino que deseamos elaborar, y después de padecer los ataques inmisericordes de los mosquitos, el número exacto de nueces que engrosaban nuestra cosecha ascendía a la ingente cantidad de 838, repartidas en cuatro bolsas con 200, 200, 170 y 268 nueces.

Habíamos dado cumplimiento a la primera parte del lema, teníamos las nueces.

Al día siguiente de San Juan, o sea, el día 25 de junio nos volvimos a reunir para adquirir el resto de los ingredientes de nuestro Noccino y que son ...

Van a permitirme ustedes, estimados lectores, que omita esta parte de la crónica ya que la receta original se nos legó como secreto y así debe permanecer, lo mismo que todas las evoluciones posteriores que han perfeccionado nuestro vino dotándolo de un carácter inigualable.

Con los ingredientes en el garaje y con las nueces en las bolsas, sólo quedaba mezclarlo todo y obtener nuestro caldo.

Para ello quedamos convocados de nuevo el sábado 27 de junio a las diez de la mañana con puntualidad británica, como era de esperar a esa hora no estábamos más que tres y para almorzar únicamente teníamos una caja con más de tres docenas de huevos de corral, pero no teníamos ni pan ni tajadas, así que no tuvimos más remedio que esperar a que la lista se fuera incrementando. Pasaban 15 minutos cuando apareció el maestre con la panceta y el pan. ¡Estábamos salvados!, rápidamente pusimos en marcha la sartén y comenzamos a freír las tajadas. Parece que el olor a tocino caliente actuó de reclamo y al instante apareció Pepe, el cocinero, en seguida agarró la espumadera y comenzó a sacar la panceta y freír huevos de dos en dos. Ya éramos seis para almorzar, ¡la cosa prometía!.
Pasadas las once y media y después de haber cambiado la ubicación de la mesa hasta en dos ocasiones, nos dispusimos a desarrollar la tarea que nos había convocado allí.

Nos colocamos los guantes, elemento de protección indispensable para esta labor porque no he visto mejunje que manche más y sobretodo que tarde más en desaparecer que lo que sale del interior de una nuez, dispusimos un recipiente metálico en el medio de la mesa y una caja de cartón en uno de los extremos, vaciamos las bolsas de nueces encima de la mesa y aprovisionados cada uno de nosotros con un cuchillo empezamos a manipular las nueces y echarlas en el recipiente o en la caja según la proximidad.




No puedo precisar el tiempo que nos llevó todo aquel proceso pero calculo que no menos de una hora. Habíamos terminado con las nueces, era el momento de empezar a combinar los ingredientes, el druida iba dando órdenes a diestro y siniestro intentando coordinar los grupos que rodeaban cada una de las garrafas, paseos e incluso gritos y al final las garrafas estaban completas y tapadas.









No faltó quien después de todo esto pasó un trapito para que el exterior de los recipientes quedara más curioso.



Mientras se comenzaba con la elaboración de noccino de la cosecha de este año, se manipulaba el del año pasado para conseguir elevar la calidad del mismo, en otro proceso que debe quedar en el secreto y que únicamente debe ser juzgado por la calidad del caldo.



Trabajo terminado.

Había que preparar la comida, se sacaron verduras por doquier, se cortaron en aros cebollas y pimientos rojos, en rodajas calabacines y berenjenas y longitudinalmente espárragos trigueros, se acompañó con setas congeladas y todo a la plancha con aceite y sal constituía un plato de lo más exquisito.



Antes de comenzar a comer, tal como indican las recomendaciones incluidas en la etiqueta de la botella de vino Blanco de Hielo que nos fue regalada por los Sesmeros de Miedes en nuestra última expedición a tierras de Qalat-Ayub a principios de junio, dimos rápida cuenta de ese caldo con grandes muestras de satisfacción por su calidad por todos aquellos que alcanzaron a catarlo


Para dar consistencia a la comida, conserva, esa que “siempre se ha comido fría” pero yo “siempre la como caliente”, al final como era de esperar sobró lomo, costilla y longaniza de la bandeja fría, la caliente desapareció. Completaron la comida la sandía, los helados, pasteles, cafés y orujos.

Reposo del guerrero para algunos, las beguinas a pasear, y mientras tanto los que quedamos en pie comenzamos a comentar aspectos del viaje a tierra santa acompañados de diferentes tipos de combinados, naranja con whisky, ron con coca-cola, tónica con ginebra, whisky solo o con coca-cola y orujo.

El maestre y el cocinero se ponen a pelar sardinas para la cena sin perder ojo ni oído de lo que en el círculo, cada vez más amplio, se va comentando acerca del viaje.

Parece que todo va quedando claro.

Cae la noche y de nuevo a la mesa, unas ensaladas de tomate, pepino y lechuga y las sardinas con aceite, ajo y perejil, para terminar con unos helados, enseguida comenzamos a recoger, para ser exactos una ligera recogida, y se comienza a disolver la reunión.

Nuestro noccino ha vuelto a nacer, deberá seguir evolucionando hasta que pueda ser degustado por nuestros paladares. Pero todo este proceso, únicamente es conocido por nuestro druida que se encargará de “educar“ a su criatura hasta que alcance la edad adecuada para ser embotellado.

Hemos dado cumplimiento a la segunda parte del lema, ya tenemos el caldo.

Tendremos que esperar a que llegue febrero para comprobar si nos ayuda a soportar el frío del invierno pero seguro que antes podremos comprobar si nos da vigor en las “batallas”

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